Celia Cruz, la reina de los escenarios. Una amante de las multitudes y de los escenarios, que tan frecuentemente llenaba hasta los topes. Sin embargo sus inicios fueron, como los de todo artista, un poco complicados y tardó hasta hacerse ver como una de las figuras más importantes del panorama musical cubano. Enamorada del mambo, la salsa, la rumba o el bolero, empezó en pequeñas radios hasta que poco a poco empezó a mostrar sus inmensas dotes y comenzó su andadura como profesional.
Su inicios, pues, fueron en su Cuba natal y posteriormente en toda Sudamérica, pasando por México, Puerto Rico, Venezuela entre muchos otros países. El primer viaje internacional, fuera del continente sudamericano, fue en Estados Unidos, país que a la postre resultaría clave en la carrera profesional de Celia y donde rápidamente reconocieron su gran talento.
A partir de su disco de oro en 1974, la cantante tendría la suerte de visitar Francia o el Reino Unido, momento en que ya no pararía su andadura por todo el mundo. Entre sus conciertos más recordados, el que ofreció en Santa Cruz de Tenerife en 1987, reuniendo a 250.000 personas en una única plaza, hito que entraría en el Record Guinness y que sigue vigente hoy en día. Otro momento álgido fue en 1999, cuando fue invitada por Pavarotti a participar en un concierto, Pavarotti and Friends, en Italia.
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