Pese a no contar con el apoyo de parte de su familia, Celia Cruz empezó en el mundo de la música en la segunda mitad de los años 40. Primeramente, actuaba en concentraciones habaneras y en programas radiofónicos para fans. Con un tango, Nostalgias, la cantante cubana recibió su primer pago por actuar; 15 dólares.
Con 23 años, en 1948, Celia Cruz inició sus actuaciones dentro del mundo profesional. Fue contratada en el grupo musical Las Mulatas de Fuego, y en 1949, realizó su primer viaje internacional con la banda, concretamente a Cafarnaún, Israel. Este fue el inicio fuera de Cuba de Celia Cruz. También en 1949, la Reina de Salsa, uno de los muchos apodos que la cantante tenía, fue contratada en Venezuela, donde grabó sus primeros discos, gracias al apoyo que la productora Comercial Serfaty depositó en ella.
Tras viajar por el centro y el sur de América, en 1950 regresó al país que la vio nacer, Cuba. Allí conoció a Alberto Sotolongo, quien la quiso contratar para la Orquestra Sonora Matancera, que acaba de perder a su vocal, Marta Sylvia, que regresaba a Puerto Rico. Una vez Rogelio Martínez, director de la orquestra, aprobó la llegada de la cantante cubana, Celia Cruz empezó su carrera dentro del grupo.
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